Investigadores del grupo Imfine publican un estudio longitudinal sobre riesgo para la salud, marcadores funcionales y estatus cognitivo en adultos mayores institucionalizados.

Raquel Pedrero Chamizo, Ulrike Albers, Gonzalo Palacios, Agustín Meléndez y Marcela González-Gross, todos ellos pertenecientes al Grupo de Investigación en Nutrición, Ejercicio y Estilo de Vida Saludable (Imfine), junto con Klaus Pietrzik, han publicado su trabajo en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health.

El objetivo del estudio fue analizar la evolución de una serie de biomarcadores (vitamina B12 y parámetros relacionados, perfiles lipídicos y hematológicos), capacidad funcional (fuerza de prensión manual, del brazo y la pierna), así como la capacidad cognitiva mediante el Mini Mental State Examination (MMSE). Dichos parámetros están relacionados con el estado cognitivo y físico de los ancianos institucionalizados.

Según un reciente informe de Naciones Unidas, la población mundial experimentará un aumento de 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, que pasará de 7.700 a 9.700 millones [1]. El porcentaje de personas de más de 60 años aumentará alrededor de un 9% en 1994 hasta un 21% en 2050.

El envejecimiento es un proceso multifactorial, influido por el paso del tiempo y por factores funcionales y fisiológicos, cambios biológicos y sociales [3]. A medida que aumenta la edad, las limitaciones debidas a las condiciones de salud se hacen más patentes, causando una creciente discapacidad y, en consecuencia, una deterioro en la calidad de vida percibida por el usuario.

Participaron en la valoración un total de 60 residentes entre 62 y 99 años. Se evaluaron en cuatro ocasiones a intervalos de 4 meses tanto biomarcadores y parámetros anteriormente descritos, como la capacidad funcional y la capacidad cognitiva (MMSE).

El Mini Mental State Examination (MMSE) es la herramienta estandarizada más utilizada para medir el deterioro cognitivo en la práctica clínica e investigación. Consta de 11 preguntas que analiza funciones como la aritmética, la memoria y la orientación. La escala de puntuación es de 0 a 30, con valores más bajos que indican un mayor deterioro cognitivo. El corte para la prueba de MMSE se fijó por debajo de 24

Al principio del estudio, el 63% y el 70% de la muestra respectivamente mostraba niveles de homocisteína y folato anormales.

El estudio concluyó que los niveles séricos de cobalamina, folato, colesterol HDL y triglicéridos muestran variaciones significativas en sus valores medios a lo largo de un año y, a excepción del folato, se asociaron con una pobre función cognitiva.

En cuanto a la fuerza física, los bajos valores de colesterol HDL se asociaron con bajos niveles de fuerza de prensión manual.

Enlace al estudio:

https://www.imfine.es/wp-content/uploads/2020/10/ijerph-17-07303.pdf

Dirección de contacto:

Francisco Javier Rueda Laorga, Responsable Comunicación grupo ImFINE. UPM.
franciscojavier.rueda@upm.es