Dr. Rafael Urrialde de Andrés

El enfoque de One Health, denominado así por la OMS y “Una Sola Salud” en español, “ Une Seule Santé” en francés, tendría que haber incluido también la denominación en alemán: “Eine Gesundheit”.

La definición establecida ha sido: “Una Sola Salud”, que es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas. Quizás uno de los aspectos a tener en cuenta, es que no separa salud vegetal de la salud ambiental, aunque ya hay algunas instituciones de ámbito mundial que sí lo empiezan a hacer. En este caso tienen que estar integrados los cuatro pilares básicos para tener esa salud única, e integrada, es decir la salud humana, la salud animal y la salud vegetal, con sus intersecciones y sus uniones, así como sus valores diferenciadas y unidas las tres con una base y un eje de protección de salud ambiental y con un visión de proteger a todo el planeta, porque con la globalización y el desplazamiento o movimiento de personas, animales y plantas, todo el planeta está afectado y pueden existir interrelaciones locales, regionales o continentales que estén totalmente interconectadas, y el objetivo es cuidar y mantener las poblaciones y el planeta.

La propia FAO ha señalado que la aplicación del enfoque “Una Sola Salud” es parte de la transformación del sistema agroalimentario a favor de la salud de las personas, animales, plantas y el medio ambiente, los 4 pilares en los que se debería realmente sustentar la estrategia, el enfoque, el conocimiento, las actividades de…. “Una Sola Salud”, que además emerge de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs). Todo esto se traduce en una variedad de agentes y labores relacionadas con: la sanidad animal, la vegetal, la forestal y la acuícola, la agricultura sostenible, la inocuidad alimentaria, la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida, aunque también podríamos incluir los efectos de los metales pesados en la cadena trófica, así como el efecto de la posible presencia de los herbicidas y lo pesticidas y de los fertilizantes de origen no biológico.

Los conceptos mayoritariamente incluidos en el enfoque de “Una Sola Salud” tienen como objetivo establecer la interconexión entre la salud humana con la animal y la ambiental, las enfermedades zoonóticas, la resistencia antibiótica, los medicamentos de uso veterinario, la ganadería intensiva, la seguridad alimentaria, la nutrición y dieta, las enfermedades crónicas, la producción agrícola intensiva, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del agua, la contaminación atmosférica, la cambio ambiental, la salud mental, la salud ocupacional, la salud individual y la comunitaria, los determinantes sociales, los movimientos poblacionales, el bienestar y otros…

Uno de los elementos imprescindibles para la comprensión y formación del enfoque ”Una Sola Salud” son los grafismos que integren todos los conceptos. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, excepción es el referido a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Davis de California (EEUU) o el de la Organización Mundial de Sanidad Animal, no se incluye como pilar la salud vegetal, y parece una tendencia similar en todos los casos por partir de un grafismo genérico en el que no se había incluido y por tanto no se refleja el sentido y valor real del enfoque de Una Sola Salud.

Salud humana: erradicar el hambre; establecer determinantes sociales; supervisar los movimientos de la población; garantizar la seguridad alimentaria, la nutrición y la dieta saludable; facilitar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos; proteger frente a enfermedades transmisibles; reducir las enfermedades crónicas; envejecimiento saludable; vivir en entornos saludables; salud física y mental.

Salud animal: reducir el uso de antibióticos y otros antimicrobianos; controlar los vectores de enfermedades; promover la pesca sostenible; impulsar la producción ganadera extensiva como plataforma de salvaguarda de ecosistemas mediterráneos, así como el de razas autóctonas; bienestar animal.

Salud vegetal: incentivar la producción agrícola reduciendo el uso de fitosanitarios de síntesis química; incrementar el uso de técnicas de biocontrol, bioestimuladores y bioactivadores, eliminación de metales pesados por procesos de fitorremediación; fomentar la producción ecológica, biológica u orgánica y las soluciones diana específicas; utilizar compuestos bioactivos para la activación de mecanismos defensa en plantas; reducir y eliminar compuestos antinutritivos y de toxinas alimentarias.

Salud ambiental: apoyar la gestión y conservación de los recursos naturales; fomentar los esfuerzos de adaptación al cambio climático y mitigar sus efectos; evitar la deforestación; reducir la contaminación del agua y la de la atmósfera; evitar la pérdida de biodiversidad; mitigar especies invasoras.