La Dra. Raquel Pedrero Chamizo, integrante del Grupo de investigación ImFINE del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, junto con investigadores de la Universidad de California, Berkeley (EEUU), ha publicado recientemente un trabajo analizando la relación entre un estilo de vida físicamente activo y su influencia sobre marcadores de neurodegeneración propios de la enfermedad de Alzheimer.

El artículo científico titulado Alzheimer’s disease prevention: Apolipoprotein e4 moderates the effect of physical activity on brain beta-amyloid deposition in healthy older adults tuvo como objetivos, por una parte, determinar si el nivel de práctica de actividad física se asocia con la deposición cerebral de placas de β-amiloide y, por otra, si el genotipo APOE4, uno de los factores de riesgo genéticos más importantes para desarrollar la enfermedad de Alzheimer, modera esta asociación de forma transversal y longitudinal.

Entre las principales conclusiones que se obtienen de este estudio se encuentra que un estilo de vida físicamente inactivo en combinación con el genotipo portador APOE4 se asocia con un mayor acúmulo de placas β-amiloide y, en consecuencia, un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. En este sentido, cabría decir que la práctica de actividad física adquiere un papel primordial en personas portadoras de ese genotipo.

Además, se observó que los efectos más beneficiosos de la práctica de actividad física comienzan con valores superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (>1200 METs min/semana).

El trabajo científico se desarrolló como parte de una estancia de investigación realizada dentro del grupo Jagust Lab (Universidad de California, Berkeley), la cual fue financiada por el Ministerio de Universidad a través del programa de ayudas para estancias de movilidad en el extranjero José Castillejo para jóvenes doctores (CAS21/00434).

Enlace a la publicación:

https://doi.org/10.1016/j.jsams.2024.03.012